Los cactus también son suculentas! A diferencia de otras especies, tienen areolas. De las areolas nacen las espinas. Las espinas le brindan humedad a la planta, ya que en ellas se condensa el rocío. También sirven para protegerse de depredadores. Así mismo, estos agujones ramificados y rígidos pueden irritarte la piel y lastimarte.

Para realizar el trasplante de un cactus es importante usar protección. Puede ser utilizando pinzas y guantes como en la foto, una toalla, papel periódico o algún plástico grueso con burbujas para evitar que te lastimes a la hora de manipularlo.
IMPORTANTE: Realiza las tareas de trasplante con el sustrato SECO.
PASO A PASO:
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Extrae el cactus de la maceta con unas pinzas apretando la maceta suavemente hasta que sientas que la planta sale sin esfuerzo.
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Ten siempre a la mano la maceta a la que vas a trasplantar tu planta. Es imprescindible que tenga agujeros para el drenaje y que sea entre 2 y 3 centímetros más amplia que la anterior.

3. Rellena la nueva maceta en el fondo con un poco de sustrato y posiciona tu cactus.

TIP: Siempre revisa las raíces para detectar si hay rastros de plagas o enfermedades.
4. Sigue rellenando los alrededores con sustrato hasta que la planta se pueda sostener bien sin tambalearse.

5. No la riegues por una semana para permitir que la planta se adapte a su nuevo hogar.
CUANDO HAY QUE TRASPLANTAR
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Cada dos años o antes dependiendo del crecimiento de la planta.
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Si las raíces se salen por los agujeros del drenaje de la maceta, quiere decir que las mismas están contenidas y necesitan más espacio.
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Falta de crecimiento.
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Si es un cactus globular y ya sobrepasó el diámetro de la maceta.
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Plaga en las raíces.
